Durante el servicio, tuvimos el privilegio de escuchar testimonios de miembros de nuestra congregación que compartieron historias conmovedoras del amor, la orientación y el apoyo que recibieron de sus padres. Estos sinceros relatos nos recordaron el inestimable papel que desempeñan los padres en la formación de nuestras vidas y en la inculcación de valores piadosos. Nos conmovieron profundamente estas historias, que pusieron de relieve la profundidad del amor de un padre y la profunda influencia que puede tener en nuestro crecimiento espiritual.

Tras el servicio, organizamos un delicioso almuerzo del Día del Padre en el patio de la iglesia. El ambiente se llenó de alegría y risas cuando las familias se reunieron para disfrutar de una deliciosa comida, preparada con cariño por nuestros dedicados voluntarios.